martes, 5 de diciembre de 2017

Amigdalitis


Es la inflamación de las amígdalas, dos almohadillas de tejido en la parte posterior de la garganta de forma ovalada, una en cada lado. Los signos y síntomas de la amigdalitis incluyen las amígdalas inflamadas, dolor de garganta y dificultad para tragar.

Tipos:
En la amigdalitis aguda: el período de incubación desde que una persona se infecta hasta que muestra los síntomas es difícil de establecer dada la gran variedad de microorganismos que pueden causarla, pudiendo ir de unas horas a una semana. Esta infección produce dolor de garganta al tragar, fiebre, aparición de ganglios cervicales y malestar general; algunas veces hay también dolor de cabeza o de barriga. Las amígdalas tienen un aspecto muy enrojecido, a veces con la presencia de placas de pus o una especie de membranas blanquecinas en su superficie.

La amigdalitis crónica: da una molestia persistente en la garganta, a veces con pérdida de apetito y cansancio, y pueden tener ganglios permanentemente inflamados o incluso producir una infección en otros órganos del cuerpo. Si las anginas son de gran tamaño pueden crear problemas obstructivos respiratorios y del sueño, así como alteraciones en el desarrollo del paladar y colocación de los dientes. En la amigdalitis caseosa suele haber episodios de dolor y halitosis.


Etiología:
Cuando el virus entra este provoca la inflamación de las amígdalas.
Factores:
La edad temprana. La amigdalitis es más común en los años de preescolar a los años intermedios de la adolescencia.
La exposición frecuente a los gérmenes. Los niños en edad escolar están en estrecho contacto con sus pares y con frecuencia expuestos a virus o bacterias que pueden causar amigdalitis.
Cuadro clínico:
-Inflamación de las amígdalas
-Manchas blancas o amarillas en las amígdalas
-Inflamación de los ganglios linfáticos
-Dolor de garganta
-Dolor o dificultad al tragar (disfagia)
-Tos
-Dolor de cabeza
-Dolor en los ojos
-Dolores en el cuerpo
-Dolor de oídos
-Fiebre
-Escalofríos
-Congestiones nasales
-Ulceración
Diagnóstico:
Un examen breve suele ser suficiente para que un médico diagnostique una inflamación de las amígdalas. Si fuera necesario se solicitan pruebas complementarias como un análisis de sangre o un exudado.
Tratamiento:
Los tratamientos para reducir el malestar de los síntomas de la amigdalitis incluyen el alivio del dolor, anti-inflamatorios, medicamentos para bajar la fiebre, como el paracetamol, acetaminofeno y el ibuprofeno, y el alivio de dolor de garganta (gárgaras de agua salada, pastillas, líquidos calientes).
Se debe guardar reposo. Los líquidos, sobre todo tibios (no calientes), templados y muy fríos alivian la garganta. Asimismo, hacer gárgaras con agua tibia con sal o succionar pastillas (que contengan benzocaína o ingredientes similares) reducen el dolor.
Los tratamientos para reducir el malestar de los síntomas de la amigdalitis incluyen el alivio del dolor, anti-inflamatorios, medicamentos para bajar la fiebre, como el paracetamol, acetaminofeno y el ibuprofeno, y el alivio de dolor de garganta (gárgaras de agua salada, pastillas, líquidos calientes).

Se debe guardar reposo. Los líquidos, sobre todo tibios (no calientes), templados y muy fríos alivian la garganta. Asimismo, hacer gárgaras con agua tibia con sal o succionar pastillas (que contengan benzocaína o ingredientes similares) reducen el dolor.

Antibióticos

Si la amigdalitis es causada por una infección bacteriana, su médico le recetará un tratamiento con antibióticos. La penicilina por vía oral durante 10 días es el tratamiento antibiótico más comúnmente prescrito para la amigdalitis causada por estreptococos del grupo A. Si su hijo es alérgico a la penicilina, su médico le recetará un antibiótico alternativo.

Su hijo tiene que tomar el curso completo de antibióticos según lo prescrito, incluso si los síntomas desaparecen por completo. Si no se toman todos los medicamentos según las indicaciones puede resultar en el empeoramiento o que la infección se extienda a otras partes del cuerpo. No completar el ciclo completo de antibióticos puede, en particular, aumentar el riesgo de su hijo de la fiebre reumática y la inflamación grave de los riñones.

Cirugía

La cirugía para extirpar las amígdalas (amigdalectomía) se puede utilizar para tratar la amigdalitis con frecuencia recurrente, amigdalitis crónica, o amigdalitis bacteriana que no responde al tratamiento antibiótico. La amigdalitis frecuente se define generalmente como:

Más de seis episodios en un año
Más de cuatro episodios al año más de dos años
Más de tres episodios al año más de tres años
La amigdalectomía se puede realizar si los resultados de amigdalitis resulta en complicaciones difíciles de manejar, tales como:

Apnea del sueño obstructiva
Dificultad para respirar
Un absceso periamigdalino que no mejora con el tratamiento antibiótico
La amigdalectomía se hace generalmente como una cirugía de un día. Eso significa que su hijo debe ser capaz de regresar a casa el día de la cirugía. Una recuperación completa por lo general tarda entre siete y 10 días.

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